Un día de navegación en el Equinox. Capítulo 7👌⛵✔

Un día de navegación en el Equinox

Tras la escala en Atenas nos tocaba un día completo de navegación, y en el barco habían programado un montón de actividades a bordo: concurso de chefs, el gran bazar, etc, etc,

Había actuaciones musicales en cada rincón.

Navegación

Pero nosotros dedicamos el día en exclusiva a nuestras actividades en Aqua Spa.

También a probar los manjares que nos deparaba el Café Al Bacio

Por cierto, todos esos aperitivos podías llevártelos a tu camarote en una simpática bolsa «take away»

Mientras todos los japoneses a bordo (que eran la mayoría del pasaje) se afanaban en quemar calorías bailando.

Nosotros decidimos seguir probando manjares, y nos pedimos un surtido de quesos al servicio de habitaciones, para degustar con un vinito en el balcón

¿A que no sabéis que hicimos después?

Pues seguir comiendo

Está claro que tanto Spa, sauna, baño de aromaterapia, relax y relax abre mucho el apetito

Así que nos fuimos a almorzar al Dinning Room, que aún no lo habíamos pisado en todo el cruise

Bueno, puesto tras la comida y la siestita, tocaba la hora de la merienda, ¿o no?

Como dice Der Spion, si queréis que vuestros jugos estomacales se activen todavía más, podéis ampliar cada una de las fotos, y asi ver con más detenimiento los exquisitos manjares, y sobre todo la carta menú, que no se aprecia muy bien en las fotos

¿A que después de una buena siesta, apetece siempre un buen café?
Pues eso mismo hicimos esa tarde, acompañado de dulces pastelitos del Bacio

Equinox

Persian Garden, el Spa a bordo del Celebrity Equinox

Después más saunita y persian garden (lástima que no tengo ninguna foto de las instalaciones)

Eso sí, comentaros que los camarotes Aquaclass se encuentran en la cubierta 11, y sin necesidad de salir del pasillo, por una escalera interior, se accede directamente al Persian Garden y a la Sala de Relajación

Tras el relax tocaba arreglarse para la última cena de gala y directos al Blu

Cena de Gala en el Restaurante Blu

Con un vino especial, pusimos el broche a un día mágico.

Todo esto fuimos capaces de cenar esa noche

Bueno, el cangrejo de cáscara blanda no fui capaz de comérmelo

Será una exquisitez en USA ,pero dónde se ponga una buena nécora de mi tierra

Tras los aperitivos, las ensaladas, un sorbete de limón para rebajar el ritmo y los platos principales.

Ese día tocaba langosta, y nuestro genial ayudante de camarero, Jean Pierre, de Madagascar, nos la preparó con total maestría

Alguno aún fue capaz de meterse un steak new york entre pecho y espalda

Y después el postre.

Aunque en el Blu no tienes ni horario ni mesa asignada, cada noche están los mismos camareros, con los que pasamos momentos inolvidables.

Un beso especial para Jean Pierre, Paulina y Iwan(alias Gondrong, ¿que significará eso en Indonesio?

) que nos trataron como reyes durante todo el crucero.

Recordaremos siempre, con mucho cariño, los ricos «regular capuccino» que Jean Pierre nos preparaba, cortesía de la casa.

También sus desvelos preparando pócimas mágicas de miel y limón para aliviar el catarrazo que se pilló Der Spion los últimos días.

Después de la cena, paseito por las tiendas, espectáculo en el teatro, gin tonic en el Sky Lounge y a dormir.

Al día siguiente nos tocaba Nápoles …

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