Back to back a bordo del Ryndam: Volvemos a Dover
Al día siguiente nos sentíamos embargadas por una enorme sensación de felicidad: volvemos a Dover.
Ver que todo el mundo debía dejar sus camarotes al volver a Dover y nosotras podíamos seguir disfrutando de las instalaciones del barco no tiene precio.
Para ese día en tránsito, como ellos lo denominan, únicamente te entregan una tarjeta especial para entrar y salir del barco.
Así, no hay que esperar las colas de embarque de los nuevos pasajeros, ya que la tarjeta sea pass es la misma para ambas partes del crucero.
Tras desayunar en nuestro camarote (detalle premium que no he visto ni siquiera en mi reciente crucero de Oceanía, es que Holland permite desayunar en el camarote el día del desembarque
) bajamos a dar un paseo al puerto de Dover y aprovechamos para realizar unas compras en un Mall gigante (tipo Outlet) que hay en sus inmediaciones.
También intentamos tomar un aperitivo en el restaurante en el que habíamos cenado la noche previa a nuestro embarque, el Cullins Yard, pero estaba cerrado, así que me conformé con fotografiar su “curioso” patio exterior.
El restaurante es totalmente recomendable tanto por calidad como por precio para los que tengáis que embarcar en Dover.
Esta es su página Web: www.cullinsyard.co.uk/
Como el día amenazaba lluvia, aunque hacía un calor bochornoso, y no teníamos mucho más que ver en Dover, decidimos volver al barco, a esperar la llegada de Fermín y Marina.
Esta era la alegría de Doña Elvira al ver que todo el mundo se iba y ella volvía.
Al llegar, en la misma terminal, pero por casualidad, ya que nuestro plan inicial era vernos una vez a bordo, nos encontramos con Fermín y Marina, que realizaban los trámites de embarque, así que ya quedamos para comer en el Buffet y ponerlos al día del barquito.
Este fue el detalle Holland que nos encontramos nosotras en el camarote, en premio por hacer un back to back.
Efectivamente fue una gran alegría, y sorpresa a la vez, encontrarnos realizando los trámites de embarque en la terminal de Dover con Lucia, por lo que quedamos para el almuerzo y empezar a ir conociéndonos más a fondo, sobre todo con “”mama”” Elvira que con Marina enseguida conectaron y ¡¡ que conexión!! parecían las ” Pili y Mili “, se lo han pasado pipa
durante todo el crucero ya que eran la sombra una de la otra.
Bueno de Dover las fotos que tengo ya se han bajado, si acaso repetiré alguna, para quedar bien.
Saliendo del Puerto de Dover:
Tráfico de barcos cruzando el Canal:
Una vez embarcados en Dover y navegando con dirección a Zeebrugge, el “cuarteto” se dedicó a fisgonear por el barco.