Estambul, día 1. ¡Nos cambiamos de hotel!

Como ya os anticipé ayer, el sábado nos levantamos en el Hotel Beynova, desayunamos, y con las mismas, nos cogimos nuestras maletas y nos encaminamos hacia nuestro nuevo hotel en Estambul.

Transporte público en Estambul

El trayecto era de más de una hora combinando dos tipos de transporte: el Metrobús y el tranvía.

Lo que nos dejó alucinados es lo bien que funcionan los transportes públicos en Estambul, en especial el Metrobús, que circula por un carril especial, lo que hace que no se vea atrapado en los interminables atascos y el caos de tráfico que se vive en la ciudad.

Es muy nuevo, creo que lo habían inaugurado dos o tres años antes, y cruza absolutamente toda la ciudad, llegando incluso a la parte asiática.

Un coqueto hotel en el centro de la ciudad de Estambul

El Hotel Leyenda resultó ser un pequeño hotel boutique recientemente inaugurado, muy coqueto y cómodo al estar cercano a todo.

Probando la comida turca

Estambul nos recibió con un día lluvioso, así que, tras instalarnos en el nuevo hotel y pasear bajo la lluvia, nos dispusimos a realizar uno de nuestros deportes favoritos cuando viajamos ¡¡a comer!!

Sobre la comida turca, he de deciros que nos encantó todo lo que probamos. Yo me la imaginaba mucho más especiada e incluso picante, pero para nada.

Es una comida muy sabrosa y nada fuerte, y los dulces son tan espectaculares que mi ropa encogió enormemente al regreso.

Esta fue nuestra primera comida en un restaurante de la zona de Cemberlitas, próxima al Gran Bazar

Bebidas alcohólicas en Estambul

Por cierto, sobre las bebidas alcohólicas: había leído en varias guías que en Estambul, con el nuevo gobierno de Erdogan, próximo al islamismo más radical, el alcohol estaba prácticamente erradicado, y solo era posible encontrarlo en los restaurantes de los hoteles.

En este primer viaje, llegué a creer que eso formaba parte de una leyenda urbana, ya que nosotros no tuvimos ningún problema en encontrar en cualquier lugar una cerveza fresquita o una buena copa de vino turco, que además está buenísimo.

Pero en nuestro segundo viaje, unos meses después, las cosas habían cambiado radicalmente, aunque eso forma parte de otra historia.

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