Todo este tiempo de secano, debido a la maldita pandemia del coronavirus, me ha empujado a subir los relatos de mis antiguos cruceros, cuándo la vida todavía era normal, y mi madre aún estaba en estado perfecto de salud para aventurarse a viajar conmigo.
Ese año fue un año especialmente viajero, dónde tuvimos ocasión de visitar, en diferentes salidas, el eje Londres-Berlín-París.
¡Qué tiempos aquellos!.
En esta ocasión, voy a intentar relatar nuestras impresiones a bordo del Crown Princess por las Islas Británicas, allá por el año 2011.
En general, el barco, la naviera Princess Cruises, y el recorrido nos encantaron, y por ello, años después, repetimos aventura a bordo de otros barcos, pero eso formará parte de otra historia.
Comenzamos nuestro pre-crucero con una estancia de 4 noches en Londres.
Disturbios en Londres en 2011
Aunque íbamos algo preocupadas, ya que nos coincidió en plena semana de disturbios, no tuvimos ningún problema, salvo el de la masificación propia del mes de agosto.
Eso sí, se notaba una presencia policial exagerada en las calles.
Según he podido leer, y recordar gracias a la Wikipedia, los disturbios del Reino Unido de 2011, que originaron multitud de desórdenes públicos y saqueos, se iniciaron en el barrio londinense de Tottenham, el 6 de agosto de 2011, tras el asesinato de Mark Duggan, un joven de 29 años, padre de cuatro hijos, de raza negra, que murió por disparos de la Policía Metropolitana de Londres.
Al día siguiente, estos disturbios se extendieron a otras zonas de Londres, como Wood Green, Enfield Town y Ponders End, y más tarde a otras ciudades inglesas, (incluyendo Birmingham, Wolverhampton, Nottingham, West Bromwich, Bristol, Lincoln, Manchester, y Salford).
Los ataques, aunque en un principio estaban dirigidos contra las fuerzas policiales, causaron multitud de saqueos a locales comerciales, y algunos edificios incendiados.
Al parecer, al menos 35 policías resultaron heridos.
The Hide London, un coqueto hotel en Londres
Habíamos elegido, a través de Internet, un coqueto hotel boutique, The Hide London, que, aunque algo alejado del centro, tenía una calificación excepcional, 9,2 sobre 10.
El hotel resultó ser todavía mejor de lo que nos habíamos imaginado, con una relación calidad-precio insuperable, y un desayuno continental, tipo buffet, impresionante por su calidad.
Además, aunque realmente se encuentra bastante alejado del centro, dispone de muy buenas comunicaciones a través del metro, y una parada de autobús a escasos 200 metros del hotel.
Por lo que he podido ver en su página Web, pese a los años transcurridos, el hotel ha mantenido su alta calidad, y en la actualidad, es uno de los hoteles Premiere de NW4, con interiores de alto diseño, y una decoración exquisita, excelentes conexiones de viaje y un servicio excepcional.
Esta es la fachada del hotel:

Y esta, la habitación en la buhardilla, y las vistas relajantes que teníamos desde la ventana:


Este es el coqueto comedor, donde servían el desayuno:

Más fotos del comedor, y del riquísimo buffet del desayuno:


Como podéis ver, es un hotel muy elegante, aunque quizá el único problema es que tardas unos 20 minutos en llegar al centro, tanto en metro como en autobús.
No obstante, con la diferencia de precio que hay sobre otros hoteles de este estilo, mejor situados, podíamos coger un taxi cada noche.
El barrio dónde estaba el hotel es un barrio medio alto, con una gran mayoría de habitantes judios.
Me hacía gracia el domingo verles en el metro con su biblia y sus kipás, camino del templo.
Pregunté en recepción si habían tenido disturbios (estaba relativamente cerca de Camden, -y allí si los vi por televisión-, y nos dijeron que no, que ese era un barrio muy tranquilo, que no teníamos que tener ningún miedo.
Por cierto, el hotel también tenía su propio servicio de mini-cabs o taxis.
George, nuestro chofer estonio, (y amante de Canary Islands, como él decía), además de recogernos en Heathrow el día de la llegada , nos recogió alguna noche en nuestro periplo londinense

Me imagino que, en pleno invierno, y con la chimenea funcionando, todavía debe ser más acogedor.

Por cierto, las amenities del baño eran todas de L´Occitane:

Por si aún no os había convencido mi elección de hotel en Londres, deciros que, por las noches, como si de un camarote se tratase, te encontrabas este surtido de bombones esperándote:

También había una cafetera, para poder hacerte cafés o tes al gusto, totalmente gratuitos, así como el agua mineral, que te reponían cada día, y era free.
También wifi free en todas las habitaciones. ¿Alguien da más?:

En definitiva, un hotel coqueto y encantador, con detalles impresionantes, esas “pequeñas”, cositas que son las que te hacen una estancia inolvidable.
Y por si estáis interesados, esta es la estación de metro, al lado del hotel:

¿Qué ver en Londres en cuatro días?
El tiempo nos acompañó durante toda la estancia, y aunque el sol se cubría, periódicamente, por oscuros nubarrones, no cayó ni una sola gota durante los 5 días que estuvimos en Londres.

Como ya dije, la presencia policial era especialmente exagerada:


Mi madre, con su morro habitual, no dudó en fotografiarse con todo ser uniformado que se encontraba a su paso:

Los Juegos Olímpicos de Londres 2012
Aquel verano de 2011, el centro de la ciudad estaba totalmente levantado, por culpa de las obras para los Juegos Olímpicos del año siguiente, lo que sumado a la saturación de turistas en pleno mes de agosto, y que ese fin de semana se celebraba una maratón preparatoria de los Juegos, y que la mayoría de las calles tenían restricciones de tráfico, hacía que la ciudad estuviese especialmente incomoda e intransitable.
Como seguro que recordareis, en 2012 se disputaron los Juegos Olímpicos, oficialmente conocidos como los Juegos de la XXX Olimpiada, o más comúnmente, como Londres 2012.
Fue un evento multideportivo internacional, celebrado entre el 27 de julio y el 12 de agosto.
En estos Juegos, los terceros celebrados en la capital británica, participaron un total de 10.568 atletas de 204 países, y fueron inaugurados por la reina Isabel II.





Los parques en Londres, un oasis de tranquilidad
Eso sí, los parques londinenses seguían siendo verdaderos oasis de tranquilidad en el centro de la ciudad.
Londres es una de las capitales más verdes del mundo.
Sus parques son perfectos para relajarse en medio del bullicio.
Los más importantes o conocidos son:
Hyde Park: uno de los más famosos, con más de 4.000 árboles, el lago Serpentine, una pradera y una rosaleda. También se encuentra allí la fuente en memoria de Diana, princesa de Gales.
Regent’s Park: Este legendario parque tiene una extensión de 166 hectáreas, e incluye impresionantes rosaledas y la mayor área deportiva al aire libre de Londres, con instalaciones para practicar fútbol, softball, rugby y cricket.
En el lago hay aves silvestres y acuáticas, y, cada verano, acoge el Teatro al Aire Libre.
Richmond Park: Este precioso parque real es famoso porque en él viven alrededor de 650 ciervos en libertad.
No lo conozco, pero por lo que he podido averiguar, las vistas desde lo alto de la colina son espectaculares.
Victoria Park es conocido por los londinenses como el “Vicky Park”, y fue uno de los primeros parques públicos de Londres.
Además de canales, estanques y un pabellón, cuenta con canchas de tenis y un área deportiva.
En él se celebraban, antes de la maldita pandemia, algunos de los grandes festivales anuales en verano.
El Greenwich Park es el más antiguo de los parques reales, y ofrece vistas espectaculares sobre el río Támesis de Londres.
Otros parques espectaculares, pero quizá menos famosos, son Hampstead Heath y Clapham Common.
Paseando por St James’s Park
En esta ocasión, nosotros decidimos pasear por St. James, y disfrutamos de sus simpáticas ardillas.
St James’s Park está rodeado de tres palacios reales, y bordeado por el desfile de guardia de los caballos y la calle The Mall.
En su lago habitan los famosos pelícanos del parque, y puedes ver cómo los alimentan a las 14:30.











Como os decía, tanto las obras como la policía era lo que más abundaba en Londres ese fin de semana posterior a los disturbios.
A mi madre le entró la curiosa inquietud de fotografiarse con todo ser uniformado que veía, animal u hombre.



Las obras hacían especialmente incomodo circular por la ciudad, ya que la mayoría de las aceras estaban levantadas.



Más uniformados y más obras:


De compras por Londres
Hasta parte de la fachada de Harrods estaba oculta por un andamio.
Eso sí, mi paisano de Zara seguía copando las mejores esquinas de las grandes capitales europeas, (y no europeas).

Londres es una de mis ciudades preferidas, con un encanto especial, a la que estoy deseando volver.




Pero aquel año, las mareas humanas eran ingentes, y había colas en todas partes:



Por cierto, entre Harrods y Selfridge, me quedó con estos últimos, en especial, con su exquisito supermercado ¡¡y con los caramelos Pez de mi infancia, que en España hacía años que no veía!!







Aunque en Harrods, y a las 12.00 a.m. en punto, nos deleitaron con unos pequeños fragmentos de ópera, desde los balcones de sus míticas escaleras egipcias:










Los indignados de Londres
Por cierto, en Londres, aquel año, también tenían su ración de “indignados”.
Aquel año había surgido, en España, el Movimiento 15-M, también llamado movimiento de los indignados.
Seguro que todos vosotros recordáis la histórica manifestación del 15 de mayo de 2011, convocada por diversos colectivos.
Tras su celebración, miles de personas decidieron acampar en plazas de diferentes ciudades de España, de forma espontánea, produciéndose una serie de protestas pacíficas, con la intención de promover una democracia más participativa, alejada del bipartidismo.



Mercadillos de Londres
Además de parques, Londres es conocida por sus mercadillos.
Hay una gran variedad de ellos, para todos los gustos y colores.
Desconozco cuál es su situación tras el puñetero coronavirus, pero aquel año, eran un magnifico lugar, donde disfrutar de la gastronomía, y encontrar todo tipo de productos curiosos y exóticos.
El domingo estuvimos en el mercadillo de Camden Town, a primera hora, y luego nos fuimos a Covent Garden, que estaba super animado:



Y como veis, con actuaciones por doquier:


Por cierto, en Covent Garden, en una heladería “muy moderna”, nos tomamos la coca cola típica inglesa.
Nunca la había probado, tiene un cierto sabor a jarabe para la tos, pero no está mal:

Esta es la entrada de la heladería. Imaginad el resto:

Más indignados, más obras, más uniformados, en definitiva, más Londres ese fin de semana:


Por cierto, estuvimos esperando a ver si Cameron salía a hacer alguna declaración sobre la situación y los disturbios, pero no salió.




En este pub repusimos fuerzas con otra coca cola tipo jarabe:

Pero para bares curiosos, esta heladería-pastelería-italiana en Trafalgar Square. ¡¡Totalmente Vintage!!
Eso sí, el helado estaba buenísimo:


Fijaros en los detalles del baño de señoras:

¡¡Alucinante decoración!! :








La crisis se dejaba notar también en Londres aquel verano, con curiosas ofertas para atraer al cliente:




El Soho y China Town en Londres
Tras la visita a los mercados, tocaba visitar otros clásicos londinenses, que no pueden faltar en cualquier escapada a la ciudad: el Soho y China Town, a dónde nos desplazamos a bordo del bicitaxi de un simpático logroñés, que nos llevó a dar una vuelta por los lugares más interesantes.
El Soho, situado en el West End, es un área de aproximadamente una milla cuadrada, rodeada por Oxford Street al norte, Regent Street al oeste, Shaftesbury Avenue al Sur, y Charing Cross Road al Este.
Es una de las zonas de ocio más importantes de la ciudad, y tiene fama por sus sex shops, la vida nocturna y los teatros y musicales.




Chinatown es el Barrio Chino de Londres, y se encuentra dentro del Soho.
La vida del barrio gira en torno a Gerrard Street, una animada calle multicultural, llena de restaurantes chinos, panaderías, supermercados, tiendas de recuerdos, y otras empresas chinas.
Pasamos un rato realmente agradable.
Paseo en barco por el Támesis
Otra de las atracciones imprescindibles, en una escapada a Londres, es un paseo por el Támesis.
Son multitud las empresas turísticas que ofrecen diversas versiones de esta excursión, desde simples paseos a precios económicos, a otras más sofisticadas, con cena a bordo.
Ese año, las colas en el embarcadero del Támesis eran ingentes.

Para que luego digan que viajar es relajado, ¡¡siempre que no sea agosto!!









Bueno, vamos a ir acabando con Londres, que aún nos quedan por relatar doce magníficos días de crucero, y no os quiero colapsar con el primer post.
Continuará… …
One Comment on “Crucero por las Islas Británicas: ¿qué ver en Londres en cuatro días?”