Escala en Leixoes, Oporto
La siguiente escala era Oporto
El barco atraca en el Puerto de Leixoes, que actualmente está siendo ampliado y que pretende superar a los puertos gallegos en número de pasajeros por año
Lo que me temo es que, pese a que la nueva terminal pinta fenomenal, mientras no mejoren los accesos hacia y desde la ciudad las grandes navieras se van a tener que pensar mucho lo de llevar allí mastodónticos barcos llenos de miles de pasajeros
Nosotros habiamos decidido el día anterior optar por la versión “bus turistico”, ya que la orografía de la ciudad no es la más idónea para Pili y Mili debido a sus múltiples cuestas.
Nuestro plan inicial era, una vez llegados al centro de Porto, bajar y darnos un paseo, tomar algo, y callejear, pero el calor sofocante y las largas colas que veiamos para intentar subir de nuevo en cada una de las paradas del bus turistico, hicieron que cambiasemos de idea y sin bajarnos del autobus, en un largo recorrido que duró más de dos horas, volviesemos de nuevo a Leixoes.
Creo que Elvirita y Doña Marina todavía están enfadadas por la encerrona, ya que ellas se habían hecho a la idea de poder comprar trapitos, que es la actividad que más les satisface cuándo viajan
Paseo por Oporto en bus turístico
Bueno, no me enrollo más y os pongo algunas fotitos.
Como ya dije, el calor era sofocante ese día en Porto, y Doña Elvira se había olvidado en el barco su gorrito, así que de esta guisa intentaba protegerse del sol
Menos mal que la que aquí escribe, abnegada hija , de vez en cuando la “regaba” literalmente con el agua de un botellín que había tenido la precaución de llevar en el bolso, evitando así que su cerebro se resecase
Al regresar a Leixoes era poco más de la una, y el autobus se llenó del rico olor de las sardinas que asaban en los baretos del puerto, pero Marina, instigada por Doña Elvira, vetaron la idea del pobre Fermin de ir a comernos media docenita de sardinas asadas, en venganza por no haberlas dejado bajar del bus en el centro de Porto para meterse en un centro comercial
Menos mal que Fermin se resarciría al dia siguiente en Lisboa, dónde por fin pudo cumplir su antojo de sardinhas portuguesas.
Al regreso al barco, Pili y Mili estaban cabreadas por las tres horas de autobus y no haber podido realizar las dichosas compras.
Y aunque se las prometían muy felices con las compritas que planeaban hacer al día siguiente, no sabían que el 15 de agosto era Fiesta Nacional en Portugal y la mayoría de tiendas se encontrarían cerradas
Asi que, tras tomarnos un refresco en una terracita cerca de la terminal, volvimos al barco y nos pasamos el resto del día refrescándonos en la piscina de popa
Cenando en el Pinnacle Grill
Esa noche habiamos reservado mesa para cenar en el Pinnacle Grill, y resultó toda una experiencia.
Asi que nos juntamos en el Ocean Bar para los vinitos-mojitos-cocas pre-cena .
Por cierto, éstos eran los aperitivos con los que acompañabamos
Del Pinnacle solo tengo fotos de los entrantes, no de los platos principales, pero os pongo las que tengo para que os vayais haciendo una idea
Los diferentes tipos de mantequilla para acompañar el pan
Los diferentes tipos de sal para aderezar los platos
Nuestro querido amigo Fran, de Waves and Wind comprobando que la vajilla era de Bulgari
Nos habían adjudicado una mesa en la ventana y la puesta de sol era impresionante y hacía todavía más grata, si cabe, la velada
Si los entrantes y los postres eran así, supongo que podeis imaginaros los platos principales
La cena del famoso Pinacle, con la suerte que desde la mesa que nos asignaron se pudo contemplar una puesta de sol preciosa.
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One Comment on “Collector cruise en el Ryndam: Oporto”