El 9 de febrero nos levantamos pronto, para aprovechar las horas de menos calor y tras el desayuno nos dirigimos al corazón de Chinatown, uno de los barrios más populosos de Singapur.
A pesar de ser uno de los barrios más guiris de la ciudad, Chinatown sigue siendo una buena opción. El pequeño barrio está formado por casas tradicionales de colores, muy bien conservadas.
Por lo que he leído por ahí, Chinatown nació como resultado de la política de segregación étnica de los colonizadores ingleses.
Al parecer, cuando Sir Raffles comenzó a planificar el urbanismo de la ciudad, decidió adjudicar a la minoría china, que hoy es la etnia mayoritaria, toda la zona al suroeste del Singapore River, y además, cada clan chino fue ubicado en un área diferente.
Llevábamos apuntado que no podíamos olvidarnos de tomar un Cofi, el café tradicional singapureño, pero se nos ha quedado pendiente para otra vez, jajaja.
El barrio nos sorprendió por el bullicio que empezaba a generarse a tan primera hora, pese a estar cerrados todavía los bares y mayoría de puestos callejeros, y la alegría que desprendían las calles, ya que en febrero acababan de celebrar el Año Nuevo Chino y estaba todo decorado.



Nosotros llegamos en taxi desde el hotel, pero para llegar a Chinatown las guías de viaje recomiendan ir en metro y bajarse en la parada de MRT Chinatown, línea morada, en pleno corazón del barrio, en la calle Pagoda Street.
Teníamos muchos lugares apuntados de interés en Chinatown, así que nos dirigimos en primer lugar a buscar el Thian Hock Keng Temple, uno de los templos más antiguos, construido en 1842, muy adorado por la población china que acude a visitar a Ma Zu, la Diosa del Mar, pero en nuestro camino nos topamos con el Buddha Tooth Relic Temple, que alberga la reliquia de un diente de Buda y decidimos entrar.

La ceremonia que se celebraba dentro me cautivó. Os dejo este pequeño vídeo de mi canal de Youtube:
Pero quizá el más famoso y más fotografiado de los templos de Chinatown es Sri Mariamman Temple, el templo hindú más antiguo de Singapur, pero curiosamente en la bulliciosa Chinatown.

Construido en 1827, Mariamman Kovil o el Templo de Kling Street, como se lo conocía popularmente, fue concebido para el culto de los inmigrantes de los distritos de Nagapatnam y Cuddalore, en el sur de la India. El templo está dedicado a la diosa Mariamman, conocida por su poder para curar enfermedades y epidemias.
En 1843, se construyó por primera vez un edificio de yeso y ladrillo. Pero no fue hasta 1962 que se desarrolló una nueva estructura de templos completa con intrincadas obras escultóricas que recuerdan a la arquitectura de templos en la India.
El interior del templo es, cuando menos, curioso, visto desde nuestra perspectiva occidental y en nuestro caso, católica.
El gopuram original (entrada de la gran torre) se construyó a fines del siglo XIX y fue reconstruida en la década de 1930 y reparada y restaurada con elaborada proliferación de esculturas en la década de 1960.
Ese día, además, comenzaban los preparativos de una boda, ya que el templo ofrece, en la actualidad, la celebración de diversas ceremonias del ritual hindú, eso sí, como pasa tambien por estos lares, previo pago.
Si estáis interesados os dejo el enlace de la página Web del Templo dónde podéis hacer la reserva.


Como curiosidad, en el barrio hay también dos destacadas mezquitas, la Jamae Mosque y la Al Abrar, así como el santuario Nagore Durgha Shrine, lo que refleja la diversidad y mezcla cultural existente.
Chinatown es también una de las zonas más recomendadas para probar todo tipo de comida en los puestos callejeros, o en un hawker food típico de Singapur, pero nosotros, raro raro, no teníamos todavía ni gota de hambre, solo ganas de una refrescante cerveza.
Así que continuamos el paseo hasta Clarke Quay, Panang y luego a la Esplanade de los Theatres on The Bay.
Cuando planificabamos el viaje habíamos barajado también la opción de terminar la visita a Chinatown cruzando a la Isla de Sentosa, pero una vez in situ la idea no terminó de convencernos, ya que nos pareció una mezcla entre parque temático y espacios muy artificiales, como la Palawan Beach, una playa artificial a la que se escapan los nativos durante su tiempo de ocio.
Asi que lo dejamos pendiente para una próxima visita, en la que incluiremos un paseo por el famoso Universal Studios Singapore. ¡Me lo apunto en la interminable libreta de cosas pendientes!
Por cierto, para los que tengáis en mente llegar a Sentosa, podéis ir en metro bajando en la estación de HarbourFront Station y después tomar el tren Sentosa Express (4$) que se encuentra en la tercera planta del Vivo City Shopping Mall.
También se puede ir en teleférico (29$) desde cerca de la parada de metro Harbourfront Station.
Otras cosas que dejamos pendientes fue la visita al Jurong Bird Park y el paseo en barco por el río, pero esta vez no teníamos tiempo y el que mucho abarca poco aprieta, como dice el refrán.
El tour se contrata en Boat Quay, junto al río, cuesta unos 18 dólares y durante una hora se puede admirar la ciudad desde el rio, su centro financiero repleto de rascacielos o el impresionante Hotel Marina Bay Sands. ¡Otra vez será!
Web oficial: http://www.chinatown.sg/
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