Escala en Ibiza
Cuando nos despertamos esa mañana en Ibiza, los mega-yates que habiamos visto la noche anterior seguían alli, aunque apenas quedaban indicios de la macro-fiesta que, supongo, se habría celebrado a bordo
Tras un agradable desayuno en el GDR ¡¡al fin he encontrado la foto de la carta del desayuno!! decidimos coger un taxi desde el barco para comenzar nuestra visita a Dalt Vila desde la parte más alta, la Praça de la Catedral, y evitarnos así la «escalada» desde el Puerto
Visitando Dalt Vila
Pese a ello, la visita no es muy recomendable para personas con problemas de movilidad, puesto que todo el recinto de la ciudadela es peatonal y pese a haber llegado en taxi a la zona más cercana posible, el acceso hacia la Catedral le recordó a algunas la subida al Tourmalet del Tour de Francia
Aunque poco a poco se empezaba a ver la luz al final del túnel
y las maravillosas vistas desde alli arriba compensaron el esfuerzo
La Catedral de Ibiza
Aunque el interior de la Catedral es bastante modesto, no dejaron de sorprendernos algunos detalles curiosos y algunas estatuas totalmente kistch
Alguna también aprovechó para ponerle un par de velitas a Santa Rita, Patrona de los Imposibles, para pedirle, si es posible, que nos toque el Euromillón y podamos pedir una jubilación anticipada
Tras la visita a la Catedral, proseguimos el descenso, callejeando y sorprendiéndonos con la belleza de esa zona de la ciudad de Eivissa.
Por cierto, espero que la crisis económica y los ajustes no se lleven por delante la idea de reconvertir en Parador de Turismo la Almudaina, porque está situado en un entorno privilegiado.
Además, ¡¡soy fan de los Paradores de Turismo y me encanta alojarme en ellos !!
En nuestro callejear encontramos una preciosa tienda-museo-estudio, regentada por un simpatico matrimonio, Tráspas y Torijano.
Si visitais Ibiza, os recomiendo una paradita en su tienda, dónde venden productos de artesania realizados por ellos mismos, y una visita a su peculiar casa, con este magnifico patio
Lo cierto es que Dalt Vila nos cautivó y nos ha generado la inquietud de una estancia algo más larga en Ibiza, para poder conocer la isla en profundidad
Como se aprecia en las fotos, a medida que transcurría la mañana las nubes se volvian más y más negras, y la tarde la tendriamos pasada por agua, como luego os contaré
Como todo presagiaba tormenta, y alguna ya empezaba a estar cansada de tanta caminata, y no hacía más que resoplar decidimos volver a comer al barco
De camino al puerto, para pillar el shuttle que nos llevaria hasta el Riviera, pudimos ver los ferrys que trasladan de Ibiza a Formentera
En una próxima visita a la isla, creo que merecerá la pena acercarse también a Formentera
Ya una vez a bordo, optamos por comer en el buffet, aunque pasamos primero a mirar el menu del GDR
Almuerzo a bordo del Oceania Riviera
Ya veis que ese día sí respetamos la dieta, y hasta endulzamos el café con Truvia, siempre disponible a bordo, pese a su carisimo precio .
En el supermercado dónde compro habitualmente la he visto el otro día a más de 28 € el kilo !
Esa tarde tocaba hacer maletas , y el barco estaba prácticamente desierto, incluida las animadas clases en el Culinary Center que habiamos presenciado a diario de camino a nuestro camarote
Me olvidaba al rato de regresar al barco, se desató el aguacero y esta era la estampa que ofrecía el Riviera y en especial nuestro balcón, totalmente inundado
Creo que este es otro «defecto» de fabricación que tendrán que mejorar porque no entiendo que un balcón en un barco tan impresionante no tenga un sistema de desagüe que impida estas inundaciones.
Por cierto, lo mismo ocurrió algún día que se dedicaron a lavar los exteriores del barco, aunque previamente nos lo comunicaban mediante una atenta tarjetita en el camarote la noche anterior, dónde de antemano pedían disculpas por el incoveniente de que el balcón estaría mojada durante largo largo rato
Ruidos en el camarote
Puestos a recordar defectos me había olvidado comentaros que el camarote, pese a estar en una cubierta privilegiada, la más alta, rodeado de impresionantes suites, tiene un inconveniente insalvable (salvo que Oceania no lo remedie ) para la gente que no esté acostumbrada a madrugar:
Todas las mañanas, sobre las 7.00 a.m. te despertabas por el insoportable ruido que se producía en la cubierta superior (la piscina del Spa) debido al arrastre de las tumbonas.
Entiendo que la tripulación tiene que realizar ese trabajo, ya que las tumbonas, por seguridad, se recogen y apilan durante la noche, pero había visto criticas sobre este tema en los foros americanos, y lo cierto es que es bastante desagradable
No se como podrán hacer para evitarlo, y lo cierto es que a nosotras no nos causaba demasiado trastorno, ya que solemos madrugar mucho aún estando de vacaciones, pero la gente a la que le guste dormir debe evitar estas suites y camarotes concierge tanto en el Riviera como en el Marina
Tras el triste e inevitable momento en todo crucero de hacer las maletas la tarde anterior y como ya habiamos zarpado de Ibiza, nos acercamos hasta las tiendas para hacer unas comprillas-regalos de última hora.
Las tiendas a bordo
Nos llamó la atención de que en algunas de las tiendas habían cambiado el «surtido» y lo habían sustituido por estos productos typical spanish, supongo que orientado a los nuevos clientes que embarcarían al dia siguiente en Barcelona, para recorrer un montón de puertos de nuestro pais con posterior desembarque en Lisboa
Por cierto, nunca había visto esta paella y paellera tan sofisticada
One Comment on “Oceanía Riviera: Overnight en Ibiza. Día 2”