Escala en Sorrento
La primera escala era en esta bonita ciudad italiana de la Costa de Amalfi 
Cuándo elegimos este crucero, una de las cosas que más nos atrajo fue el itinerario y el montón de horas que el barco estaba en puerto en cada escala.
Así, cuándo nos despertamos, el barco estaba ya fondeado en la preciosa bahía, y estaríamos allí hasta las 11 de la noche 
Ese día también había otros dos barcos fondeados junto a nosotros.
La Costa Amalfitana
Con las maravillosas vistas de la costa de fondo, nos fuimos a desayunar a la terraza del Terrace Café y sobre las 9.30 abordamos el tender que nos llevaría al puerto.
Las temperaturas eran altísimas y al calor se sumaba el humo de un incendio forestal que había cerca, lo que acrecentaba la sensación de bochorno.
Desde la Marina Piccola, Oceanía había dispuesto shuttles gratuitos (esa sería la tónica durante todo el crucero ) que cada 20 minutos nos aproximaban al centro de la ciudad, la Piazza Tasso.
Algún osado que decidió subir andando debió de llegar con la lengua de fuera, porque la altura entre el puerto y el centro de la villa es considerable.
La Piazza Tasso, centro neurálgico de la ciudad
La Piazza Tasso es la principal plaza de la ciudad.
Durante el día, la Piazza Tasso es un lugar con un tráfico muy ajetreado, donde los coches y las motocicletas sortean a los peatones y a los turistas.
La Plaza debe su nombre a Torquato Tasso, un poeta renacentista del siglo XVI.
En el centro de la Plaza también se puede observar una estatua de San Antonino, el santo patrón de la ciudad.
La principal vía comercial, la Vía San Cesáreo, sale de la propia plaza, y es el lugar más recomendado para hacer compras.
Una vez allí, decidimos coger el Sorrento City Train, que durante 45 minutos más o menos te da una vuelta panorámica por el centro de la villa.
Tras una parada para un refresco y un pequeño aperitivo, decidimos callejear y hacer shopping 
aunque los precios, como en la mayoría de los lugares que visitamos durante este cruise, no invitaban a darle mucho aire a la tarjeta 
Por cierto, no sé si todavía la oferta de trabajo estará vigente, pero si alguien quiere trabajar en este precioso lugar, solo tiene que llamar.
El sueldo no es demasiado alto, que digamos 
pero seguro que el lugar merece la pena el sacrificio.
Cansadas de callejear y asfixiadas de calor, decidimos comprar algo de fruta en esta frutería improvisada.
Después nos dirigimos a la Estación Circumvesubiana, lugar de salida del bus turístico CitySightseeing Sorrento, que durante dos horas hace un impresionante recorrido por toda la costa amalfitana.
Descubriendo las dos bahías
Pese a que eran las dos de la tarde, y el calor apretaba de lo lindo, el trayecto mereció mucho la pena.
El tour, denominado «Descubriendo las dos bahías» recorre todo la península, y muestra una impresionante panorámica del Golfo de Nápoles y del Golfo de Salerno.
Debido al humo y a la niebla provocada por el incendio y el bochorno no tuvimos la suerte de poner fotografiar nítidamente la isla de Capri y sus farallones, y tampoco el Vesubio, pero aun así el recorrido fue impresionante.
Refrescandonos en la piscina
Sobre las cinco de la tarde volvimos al barco y decidimos ir a refrescarnos a la piscina y también fotografiar la vacía cubierta de deportes
¡¡Era imposible hacer ejercicio a más de 36º!! 
Estuvimos en la piscina hasta que empezó a anochecer, y las vistas desde la cubierta eran realmente bonitas.
Red Ginger, restaurante asiático del Oceanía Riviera
Hoy nos tocaba cenar en el restaurante asiático Red Ginger, pero antes, pasamos por el GDR para ver el menú que nos íbamos a perder
La cena en el Red Ginger fue en dos palabras ¡¡IMPRESIONANTE !!
De aperitivo, y mientras esperábamos los platos que habíamos elegido, unas judías chinas 
que estaban realmente buenas.
De aperitivo yo pedí Imperial Spring Rolls (shrimp, glass noodles, asparagus, peanuts, chili sauce) y mi madre Caramelized Tiger Prawns (onions, chili garlic sauce, scallions) y ambas cosas estaban ¡¡de muerte!! (aunque no sé dónde ha ido a parar la foto de los rollitos primavera 
)
Después tomamos una Avocado Lobster Salad (lobster, crispy lotus, avocado, tuna, hamachi, den miso, shiso vinegar)
Y para terminar, el plato estrella del Red Ginger (a mi juicio y el de muchos foreros del Cruise Critic 
) y que estaba soberbio: Miso Glazed Seabass (den miso marinate, hoba leaf)
También hay una carta de tés, y elegimos un Orchid Vanilla Madagascar (vainilla, coconut slivers, luxurious, indulging) que estaba también buenísimo.
De postre tomamos Crème Brûlee (chocolate, lemongrass)
Esa noche había un espectáculo en el Riviera Lounge, que cuando terminamos de cenar ya estaba más que iniciado (un violinista llamado Vadim Brodsky y que al parecer hacía un mix titulado «From Bach to Beatles» 
).
Nosotras optamos por tomar un gin tonic en el Martini Bar (que siempre estaba muy concurrido después de cenar) y acostarnos pronto, porque el día había sido duro 
Antes de acostarnos, pedimos el desayuno al servicio de habitaciones para el día siguiente, que tocaba Amalfi, y era la escala más corta de todo el cruise (de 8 a 1.30 del mediodía) para poder aprovechar mejor el tiempo.
Desde luego, sería imperdonable que los huevos no estuviesen a gusto del cliente, ya que creo que no se les ha olvidado ninguna de las posibles variaciones que puede tener un huevo
Detalles Oceanía Cruises
Antes de que se me olviden os pongo otros detalles Oceanía que a mí me han parecido dignos de tener en cuenta:
1.- Además de shuttles de cortesía en casi todos los puertos, durante las escalas subía a bordo un representante de la Oficina de Turismo Local, que en el Hall de la cubierta 5, amablemente, proveía de mapas, información turística, etc, etc. por lo que planificar la escala por libre era, si cabe, más sencillo.
2.- En la salida del barco, antes del control de seguridad dónde muestras la tarjeta, había dispuestas mesas con botellas de agua y toallas de piscina, para que cogieses todo lo que ibas a necesitar en puerto.
3.- En el nivel Concierge (no estoy segura de que sea así en todas las acomodaciones) nos obsequiaron con el planchado gratuito de cuatro prendas
4.- El día del embarque el simulacro lo hicimos cómodamente sentadas en el Riviera Lounge.
Se guardó un minuto de silencio por las victimas del Concordia y chequearon y llamaron repetidamente a los huéspedes que no habían acudido.
Ignoro si fueron penalizados de alguna manera por no haber asistido
5.- Todos los días, y en todos los bares del barco, de 5 a 6 de la tarde es la «Happy Hour» durante la que puedes tomar 2 por 1 de la mayoría de las bebidas alcohólicas (solo están excluidos el cóctel del día y los whiskeys de malta).
