Día 4. Explorando la antigua Saigón

El martes 10 de abril, tras un sueño reparador,  recuperados casi por completo del jet lag y del cansancio de las largas horas de vuelo, madrugábamos para comenzar el día con un potente desayuno en el Aristo Saigón Hotel.

Impresionante la variedad de productos, muchos de ellos totalmente desconocidos para nosotros, que el buffet del Hotel ofrecía.

Tras el copioso desayuno, salimos a explorar la preciosa ciudad de Ho Chi Minh.  ​

Conocida como Saigón, es la ciudad más poblada de Vietnam y fue capital de la antigua colonia francesa de Cochinchina, antes de convertirse en la capital de Vietnam del Sur tras la independencia del país.

Comenzamos la visita por la plaza con la estatua de la Vírgen María, conocida como Santa María Reina de la Paz, situada delante de la famosa Catedral de Notre Dame, que en la actualidad se encuentra en restauración, no permitiéndose la visita al interior del templo.

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Nos dirigimos después a la Oficina Central de Correos, situada justo enfrente, y que es uno de los edificios más bellos de todo Saigón, construído a finales del siglo XIX por Gustave Eiffel.

Se dice que  Eiffel se inspiró en una estación de tren para el diseño de la Oficina, que dispone de una espectacular bóveda en su interior, y un enorme  retrato de Ho Chi Minh.

Es también un lugar elegido por los estudiantes vietnamitas para celebrar sus ceremonias de graduación, así como por parejas de recien casados que acuden aquí para inmortalizar el evento.

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Continuamos caminando hacia el Teatro de la Ópera, otro de los lugares turísticos que no puedes perderte en Vietnam.

Situado en pleno centro,  en el distrito 1, es otro ejemplo del estilo colonial francés.

Nos llamó la atención, en la plaza exterior de la Opera House, una especie de escultura que simboliza una de las artes tradicionales de pesca vietnamita, la bamboo fish trap, muy extendida en el sur de Vietnam, en especial en el Delta del Mekong.

Era ya media mañana, y el calor era sofocante, por lo que decidimos hacer una parada para refrescarnos en el mítico Hotel Continental,  muy cercano también al Hotel Majestic.

Hotel Majestic Ho Chi Minh
Hotel Majestic
Hotel Continental

 

Y tras la pausa para refrescarnos, continuamos caminando hacia el Mercado Ben Thanh,  uno de los más antiguos de la ciudad,  fundado también durante la ocupación colonial francesa.

Tras el zumo de naranja salimos del mercado para continuar nuestro paseo por la ribera del rio Saigón,  Sông Sài Gòn, y sus alrededores.

 

Durante el paseo, fuimos literalmente asaltados por limpiabotas callejeros, que con una maestría alucinante, hasta nos pusieron tapas en las sandalias, jajajaja.

Saigón es la ciudad de las motocicletas, estimandose que en la actualidad hay más de 7 millones.

Los vietnamitas las utilizan no solo para desplazarse, sino también para trasladar todo tipo de objetos, lo que da lugar a estampas, cuanto menos curiosas, para un occidental.

Otro medio de transporte, muy utilizado por los turistas en todo Vietnam, son los típicos tuc tuc.

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En la foto se aprecia al conductor quemando dinero, otra tradición en Vietnam.

Los vietnamitas acostumbran hacerlo en honor a sus ancestros, en la creencia de que los familiares fallecidos viven una existencia más allá de la física, se preocupan por los asuntos de su familia y tienen la habilidad de influenciar en la fortuna de los vivos.

En la actualidad, queman lo que ellos denominan papel fantasma o del diablo. Se trata de pequeñas hojas de papel que imitan billetes de uso corriente, aunque también se puede encontrar en forma de tarjetas de crédito o cheques, además de muestras en papel de otros objetos que esperan recibir con la ayuda del difunto: coches, casas, teléfonos, barcos, viajes, etc.

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Se nos había echado encima la hora de comer, por lo que decidimos hacer un alto en el camino para probar los típicos bocadillos vietnamitas, el ‘banh mi’, en My Banh Mi, en las inmediaciones de la Catedral de Notre Dame.

El banh mi (“pan de trigo”) cuenta con cierta tradición histórica.

Se cuenta que tras ocupar Indochina, los franceses exportaron las baguettes a Vietnam a finales del siglo XIX.

Tras su marcha en la década de los cincuenta, los locales continuaron utilizando las baguettes para incluir sus propios ingredientes y condimentos.

Están buenisimos!!

Regresamos al Hotel porque el calor era, después de comer, impresionante, y descansamos hasta el anochecer, que en Saigón, y en el mes de abril, es en torno a las seis de la tarde.

Esa noche hicimos una nueva incursión en la comida vietnamita, cenando en un restaurante local con muy buenas valoraciones en TripAdvisor, el Sadec Quán.

 

 

 

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