Día 12. ¡Volamos a Hoi An!

Y por fin llegaba el día de conocer Hoi An!

Nos levantamos temprano, con la ilusión de viajar a un nuevo destino, del que habíamos  oído hablar en infinidad de ocasiones a muchos amigos viajeros.

En el hotel tuvieron el detalle de montar, solo para nosotros y a tan temprana hora, el desayuno buffet, que aunque pequeño, cambiaba cada día.

Un hotel modesto pero exquisito en el trato, encantadores!

Asi que tras disfrutar de tan suculento desayuno, nos trasladamos  -con un transfer contratado previamente con el Golden Art Hotel– al aeropuerto de Hanoi, de cuya terminal doméstica despegaría nuestro vuelo al aeropuerto de Danang con la aerolínea VietjetAir, que ya habíamos utilizado para volar desde Saigón a Hanoi la semana anterior.

Los vuelos domésticos en Vietnam, además de baratos son súper puntuales.

P1320292.JPGEl vuelo transcurrió con normalidad, y en Danang nos esperaba el transfer contratado con el Green Heaven resort & spa, que nos llevaría hasta la preciosa ciudad de Hoi An, a unos 30 km de distancia.

Localizada en el centro del país, es uno de sus principales atractivos turísticos, junto con la Bahía de Halong.

Ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y su casco histórico parece anclado en el tiempo.

La antigua ciudad portuaria ( en el siglo I era el mayor puerto del sureste asiático) es una peculiar  fusión de épocas y estilos, desde templos y tiendas chinas de madera hasta coloridos edificios coloniales franceses, pasando por casas tubulares vietnamitas  y el famoso puente cubierto japonés.

En su origen, la ciudad, llamada Hai Pho, era una ciudad dividida por el puente japonés: de un lado,  el asentamiento nipón y del otro, el pueblo chino.

En la actualidad, es uno de los destinos turísticos de moda en Vietnam, escala de cruceristas que durante el día invaden la ciudad, y famosa por sus sastrerías, que confeccionan trajes a medida en pocas horas.

Como es habitual en los hoteles del país, fuimos recibidos con un refrescante zumo. El hotel cumplió, desde el primer momento, todas nuestras expectativas ¡era precioso!

Tras dejar el equipaje salimos a inspeccionar la bonita ciudad, famosa también por sus farolillos de colores.

Era hora de comer y nos dirigimos a uno de los locales de bocadillos más famosos en la ciudad, el Phi Banh Mi ¡estabamos hambrientos tras el paseo!

Y tras la comida, café filtrado al estilo vietnamita y piscinita ¡que más se puede pedir!

mde

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