El tiempo es un lujo que pocas veces tenemos a nuestro favor cuando viajamos.
Sin embargo, a veces, la brevedad de una visita puede convertirse en una bendición, llevándonos a descubrir los lugares más emblemáticos de una ciudad.
Así fue como el pasado 27 y 28 de febrero, nos encontramos inmersos en la fascinante atmósfera medieval de Ávila, una ciudad con un legado histórico que cautiva desde el primer instante.
Las murallas de Ávila
Habíamos contratado un tour guiado con Gloria, de #avilaturismo www.avilaturismo.com.
¡Fue un paseo impresionante!
Nos reunimos con ella en la Plaza de Santa Teresa o del Mercado Grande, en el centro histórico de la ciudad.
Tour guiado por Ávila
Caminando junto a la muralla, conocimos los puntos más importantes: la Plaza de Adolfo Suárez, la calle de la Vida y la Muerte, la Plaza de la Catedral, etc.
También paseamos por la Plaza Mayor, también conocida como plaza del Mercado Chico.
Pasamos por el Ayuntamiento y, muy cerca, por la Iglesia de San Juan Bautista y un montón de palacios que se erigen junto a las Murallas.
Las murallas de Ávila son un monumento imponente que se erige como testigo silencioso de siglos de historia.
Construidas entre los siglos XI y XIV, estas imponentes fortificaciones rodean el casco antiguo de la ciudad, creando un paisaje que parece haber emergido de las páginas de un cuento de caballeros y doncellas.
Al adentrarnos en el laberinto de calles empedradas, nos sentimos transportados a una época pasada, donde cada rincón guarda secretos y leyendas.
Siguiendo el recorrido de las murallas, pudimos disfrutar de vistas panorámicas que nos dejaron sin aliento.
A medida que avanzábamos, descubrimos los numerosos torreones y garitas que se alzan a lo largo del perímetro de la muralla, cada uno con su propia historia que contar.
Pero más allá de su imponente presencia, las murallas de Ávila nos ofrecieron una lección de humildad y asombro ante la grandeza del ingenio humano.
¿Cómo fue posible levantar semejante obra en una época en la que la tecnología estaba en pañales y los recursos eran escasos?
Santa Teresa de Jesús
Durante la visita, nos acercamos al convento de Santa Teresa, uno de los lugares más emblemáticos de Ávila.
Santa Teresa de Jesús es fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos. también conocida como Santa Teresa de Ávila.
Junto con San Juan de la Cruz, es una de las grandes maestras de la vida espiritual de la Iglesia Católica.
Gloria, nuestra guía, nos relató un montón de curiosidades sobre la vida de la Santa.
La visita al Convento, su Casa Natal, es parcialmente gratuita.
Además, podéis ver una reproducción de la habitación dónde vivió la Santa durante su estancia en Ávila.
El Hotel Palacio de los Velada en Ávila
Habíamos elegido, como alojamiento, el Hotel Palacio de los Velada.
Un antiguo palacio reconvertido en hotel con una magnifica relación calidad-precio.
En la Plaza de la Catedral, este edificio es mucho más que un simple alojamiento: es testigo vivo del esplendoroso pasado de la ciudad.
Tiene sus raíces en el siglo XVI, cuando fue construido por la noble familia Velada, cuyo linaje se remonta a tiempos inmemoriales.
La familia Velada desempeñó un papel destacado en la vida política y social de Ávila durante siglos, dejando una huella indeleble en la historia de la ciudad.
El palacio, con su imponente fachada de piedra y sus torreones que se elevan hacia el cielo, fue durante mucho tiempo el hogar de los Velada.
Era un lugar donde la nobleza se reunía para celebrar banquetes suntuosos y conspirar en los intrincados juegos de poder que caracterizaban la época.
Con el paso de los años, el Palacio de los Velada sufrió diversas transformaciones, adaptándose a los cambios de la sociedad y a las necesidades del momento.
Desde el siglo XX, el edificio es un hotel, que conserva su esencia histórica, pero ofrece todas las comodidades modernas a sus huéspedes.
Cada rincón del hotel respira historia y elegancia, desde sus salones decorados con obras de arte hasta sus habitaciones lujosamente amuebladas.
El hotel: gastronomía
Pudimos disfrutar de una excepcional cena, un menú degustación de los productos típicos más importantes de la zona.
Y también fue exquisito el desayuno buffet, en un entorno precioso
¡Volveremos a Ávila!
Nos despedimos de Ávila con la promesa de volver algún día para seguir explorando sus encantos.
