Singapur, un paseo por Gardens by the Bay

Como ya os anticipé en la entrada anterior, la tarde del sábado 9 de febrero la habíamos reservado para conocer el famoso Gardens by the Bay.

Singapur tiene un montón de parques y jardines botánicos, pero el más famoso y visitado es el Gardens, un parque futurista  en el que hay dos enormes invernaderos con diferentes microclimas,  en el que crecen plantas de todo el mundo. Aunque lo más conocido son los gigantes arboles artificiales, los famosos supertrees groves,  y su espectáculo de música y color.

Nosotros llegamos en taxi pero se puede ir perfectamente en metro, bajando en la estación de Bayfront.

Los Jardines en la Bahía fueron inaugurados en junio de 2012, y son una de las principales atracciones turísticas de Singapur. Se encuentran ubicados en la parte trasera del Marina Bay Sands, con el que se comunican a través de un puente peatonal, y ocupan un total de 101 hectáreas ganadas al mar.

Tienen una zona abierta y gratuita y otra de pago. La entrada gratuita te permite visitar los jardines al aire libre, el lago y los superárboles.

Estos, al parecer, fueron construidos para realizar  un aprovechamiento sostenible de la energía: recogen el agua de la lluvia y contienen células fotovoltaicas que les permiten acumular energía, utilizada al final del día en su iluminación, uno de los espectáculos que más público congrega.

Los jardines al aire libre están agrupados por diferente temática: el jardín indio, el jardín malayo, el jardín chino, el jardín colonial, el jardín de frutas y flores o el jardín de las palmeras.

Hay también una zona infantil, el Children´s Garden, dónde los niños, y no tan niños, disfrutan de lo lindo chapoteando en el agua.

El espectáculo de luces y sonido se celebra a diario, al anochecer, con dos pases horarios: uno a las 19.45 y otro a las 20.45. Son gratuitos, salvo que queráis acceder a la pasarela elevada que comunica los árboles, el OCBC Skyway, en cuyo caso deberéis comprar una entrada que cuesta 8 dólares de Singapur. Nosotros no subimos, pero me han dicho que la visión del espectáculo desde la pasarela es completamente diferente de la que nosotros pudimos ver desde abajo, así que toca apuntarlo en la agenda de pendientes.

En la zona de pago de los Jardines se encuentran los dos enormes invernaderos, con una estructura exterior de acero y vidrio. El Flower Dome, o  invernadero de las flores,  recrea un clima mediterráneo y en el se encuentran especies vegetales de todo tipo agrupadas en diferentes secciones. El Cloud Forest,  o invernadero selvático,  recrea un clima tropical húmedo, y dispone de una espectacular montaña, con cascada incluida.

Mientras esperábamos al anochecer para ver el primer pase del espectáculo, nos fuimos a dar un paseo por la bahía exterior, el Marina Barrage.

Lo que no tenía ni idea, y acabo de leer en el enlace anterior, es que la zona de Marina Barrage es en realidad una presa, inaugurada en 2008, cuya finalidad es aprovechar el agua del Singapore River y formar un embalse de agua dulce para abastecer a la ciudad.

Tras el espectáculo nos dirigimos por la pasarela peatonal al otro lado de la bahía, para contemplar el espectáculo de luces y sonidos, Spectra, esta vez desde abajo.

Lo cierto es que nos impresionó mucho más esta segunda vez, visto desde el suelo, que la noche anterior, visto desde lo alto del Marina Bay Sands, pero creo que las dos formas merecen la pena probarlas. No me extraña que esté catalogado como uno de los mejores espectáculos audiovisuales del mundo!

Se nos había echado encima la hora de cenar, y elegimos un restaurante con muy buenas valoraciones en Tripadvisor, el Din Tai Fung, con especialidades taiwanesas. Estaba todo buenísimo!

Y tras la cena, último paseo por la ciudad, ya que al día siguiente embarcábamos en nuestro crucero.

Bye, bye, Singapur, hasta dentro de unos días!

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